Demandan a Coca-Cola por pirata
El Financiero
México
Ante el incumplimiento de los citatorios para que ejecutivos de Coca-Cola testifiquen en una investigación por presunto fraude corporativo, la Procuraduría de Justicia de la CDMX ya intervino.
El asunto tiene que ver con una demanda presentada por José Antonio del Valle, director de Go Gaba, quien acusa a la multinacional de Atlanta, que preside aquí Manuel Arroyo, de despojo.
La dependencia que encabeza Ernestina Godoy acaba de girar oficio a la Policía de Investigación para localizar a un conjunto de ejecutivos por desacato, esto es, rehusarse a comparecer.
Se trata de Marcelo Gil Palafox, vicepresidente de Operaciones de Coca Cola en Brasil; Selman Careaga Castro, vicepresidente de Mercadotecnia de Coca Cola en Brasil, y Luis Galguera Rosas, vicepresidente Técnico de Coca Cola en Brasil.
Adicionalmente se giró un citatorio a Gerardo Jesús Zarate Neri, el representante legal de Coca Cola en México, para que comparezca en relación a los hechos que se investigan.
La Procuraduría también solicitó la asistencia jurídica internacional para recabar los domicilios de Jim Murphy, vicepresidente Global de Estrategia y Marcas Emergentes de Coca-Cola, y de John Hackett, presidente global de una de las unidades de negocios de Coca-Cola, ambos basados en Atlanta.
Del Valle demandó penalmente a Coca-Cola en México y exige una indemnización por la friolera de 345 millones de dólares; alega perjuicios ocasionados por un fraude corporativo.
Ambas partes firmaron un acuerdo en diciembre de 2017, en el que se declaraba que Coca-Cola y sus subsidiarias o partes relacionadas, no podían participar en un proyecto específico.
Hablamos de la producción, distribución o venta de una bebida similar a Go Gaba, o que incluyera el ingrediente Gaba, durante al menos 30 meses después de que concluyera su exclusividad.
Sin embargo, antes de que se cumpliera medio año de ese acuerdo, Del Valle recibió un informe de los empleados de su compañía Yaso, que Coca-Cola se había fusilado su creación.
Resulta que la poderosa refresquera había lanzado un nuevo producto en Japón de nombre ‘Fanta Gaba’ a nivel nacional y con envíos internacionales a través de sus distribuidores.
Por esa violación al contrato inició la batalla legal entre Del Valle y la multinacional Coca Cola.